lunes, 6 de julio de 2009

Amigos estelares

Me contaron, que había una vez una estrella donde vivían seres gordos y simpáticos. Eran buenos y soñaban conocer otros amigos para poderlos visitar.
Así fue que construyeron un aparato muy grande que se parecía bastante a un telescopio súper potente. Pero era mucho más que eso, porque además de ver de lejos, muy lejos, con él podían oír y descifrar los idiomas del universo.
Ellos descubrieron estrellas, planetas. Agujeros negros y cometas…pero en ninguno encontraban habitantes amigables, todos les temían o los rechazaban.
Cierto día uno de ellos, ya desilusionado por no poder encontrar nuevos amigos, comenzó a jugar con el aparato para investigar el espacio.Lo giraba a la derecha, después a la izquierda, lo subía, lo bajaba, tocaba todos los botones pero, no encontraba nada interesante hasta que : “¡ Uyyyyy! ¿Qué es eso?
El pequeñito se sorprendió al ver con sus ojazos luminosos, un planeta con hermosos tonos de colores verdes, marrones y azules, era grandísimo y redondo…Suavemente giraba rodeado de una pequeña esferita blanca, luminosa que la acompañaba.
Todos decidieron probar suerte en ese lugar desconocido; y extendieron lentamente el arco iris de siete colores radiantes y esponjosos, que utilizaban de transporte espacial. “La Tierra”, era el nombre de ese nuevo lugar donde los niños no se imaginaban lo que sucedería ese día tan particular.
¡Qué divertido fue ese esperado viaje en arco iris! Todos iluminaban el cielo con sus miradas tornasoladas, mientras se deslizaban por el mágico tobogán de colores.
Fueron a distintos lugares de esa gran Tierra, algunos al norte, otros al sur, a bosques, a ciudades, a islas y montañas, también fueron a lugares muy fríos y sitios casi tan cálidos como su estrella.
Era tan hermoso este planeta que podían elegir miles de climas y de amigos, tantos como siempre habían soñado.
Los niños del mundo los recibieron contentos y aceptaron cada uno de sus regalos con risas y abrazos, pero ellos también les obsequiaron dibujos, poemas, juegos y canciones.
Cada encuentro era una fiesta y de vez en cuando se aparecían en los sueños de los niños para llevarlos a conocer su estrella tan amada. Les enseñaban a conducir Cometas a llama, dejando estelas de luz en el cielo, con los que pintaban coloridos dibujos en la pizarra mas grande del universo.
También se sorprendieron entre los agujeros negros y la basura espacial, donde pudieron jugar a las escondidas mas divertidas.
Así dicen que pasaron momentos especiales de planeta en planeta, de estrella en estrella y que cada paseo era un sueño que tu puedes soñar.

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